Sherlock Holmes, estudio en escarlata
Me gusta hacer resumenes de los libros que leo porque así puedo plasmar mi perspectiva sobre historias que voy devorando.
Sir Arthur Conan Doyle era
médico y escritor y se hiso famoso con su serie de novelas y cuentos cortos del
personaje principal Sherlock Holmes.
Este libro detectivesco
narra el caso de dos muertes extrañas que el detective sin fama Sherlock Holmes
se encargada de solucionar con un poco de ayuda de su amigo, el doctor John
Watson.
Holmes y Watson se
conocieron gracias a un amigo de este último, que conociendo la necesidad de
los dos hombres de un hogar cómodo y económico los presenta. Watson había
llegado desde hacía poco de Afganistan, en donde había sido herido y además se
encontraba en muy mal estado de salud. Pero los dos se agradaron y decidieron
irse a vivir juntos a un pequeño pero elegante departamento 221-B de la calle
Beker.
En un principio el doctor
desconocía a qué se dedicaba su compañero de casa, hasta que un día este le
conto que era tan hábil en la deducción porque era un gran detective, pero que
especialmente era consejero de los investigadores quienes siempre se llevaban
los créditos de sus hazañas. Watson tuvo oportunidad de comprobarlo cuando
Gregson, uno de los encargados del “caso” fueron a exponérselo y pedirle ayuda,
ya que habían encontrado a un hombre muerto, sin lesión alguna y en una casa
abandonada.
El otro funcionario de
Scotland Yard encargado del caso era Lestrade, quien se encontraba examinando
las pistas en la casa, para el doctor que acompañaba a su amigo a investigar,
no había nada que los pudiera ayudar en las investigaciones, pero para los ojos
entrenado de Holmes fue suficiente para entender que Enoch Drebber había sido
envenenado, por temas relacionados a una mujer, que habían llegado en un
carruaje y que el asesino de aspectos que ya Sherlock había identificado quería
despistarlos con la palabra alemana en la pared que decía castigo.
Mientras los detectives de
Scotland Yard seguían a dos sospechosos falsos, Holmes tenía una pandilla de
indigentes encontrando al asesino. Mientras Gregson fue a decirle a Holmes que
tenía el culpable, quien no tenía nada que ver, nuestro protagonista ya sabía
que el asesino era Jefferson Hope. En ese momento Lestrade les contó que había
encontrado al secretario de Drebber muerto a causa de una puñalada.
En ese momento apareció el
asesino de los dos hombres engañado por Holmes, fue esposado inmediatamente
frente a la perplejidad de todos los presentes con excepción del detective
real.
Jefferson Hope asesinó a
éstos dos hombres después de haberlos seguido durante veinte años, el mismo se
nombró juez del caso de estos dos asesinos que el mato a sangre fría. Ellos
habían asesinado al señor Ferrier y su hija Lucy, el amor de su vida.
Los Santos del último día,
una secta religiosa fueron los encargados de salvarles la vida cuando ellos se
encontraban perdidos en el desierto, de su cran grupo solo habían sobrevivido
ellos dos, por esto aceptaron unirse a esa extraña sexta comandada por Young y
aceptar sus reglas. Jhon no era el padre de Lucy, pero al haber quedado
huérfana en el desierto tan pequeña, la acogió como su hija legítima.
Al crecer, la joven era
hermosa y despertaba los deseos de todos los hombres; un día fue salvada de la
muerte por Hope, quien se propuso conquistarla y lo logró. El padre quien
estaba feliz de comprometer a su hija con un hombre sensato que no era de esa
religón de locos donde vivían apoyaba la idea de los enamorados. Pero Young le
informó a Ferrier que debía casar a su hija con los jóvenes Drebber o
Stangerson o moriría como todos los que se revelaban.
El desesperado padre
consiguió la manera de que el mensaje llegara hasta las minas donde trabajaba
Hope y este fue en su ayuda cuando el plazo estaba en su punto culminante, él
amaba a Lucy y no deseaba verla en el aren de alguno de los presumidos jóvenes
de Salt Lake City. Cuando huyeron y después de largos trayectos en el desierto,
al no tener más alimentos, Hope se vio obligado a abandonarlos por un momento,
seguro que les llevaba días de ventaja, pero ese lapsus de tiempo bastó para
que asesinaran al anciano y se llevaran a la joven que termino siendo una de
las esposas más de Drebber. Ella no lo soportó y murió al poco tiempo.
La fortaleza de Hope, bastó
para que se robará el día del velorio el anillo del terrible matrimonio y
jurarse asesinar a los culpables de la tragedia que resultaron ser los
pretendientes de la joven. Por esto en Londres se encontraron los cuerpos de
Drebber y su secretario Stangerson que cansados de su religión habían escapado
de la muerte por veinte años, pero que al final la encontraron de su juez Hope
quien pudo morir feliz a causa de una
aortaneurisma, enfermedad que desde hacía tiempo lo amenazaba. Como siempre se
robaron los créditos de Sherlock Holmes, pero esta vez Watson se encargaría de
hacer conocer al verdadero detective.
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