jueves, 11 de abril de 2013

Veronika decide morir - Paulo Cohelo




VERONIKA DECIDE MORIR




PAULO COHELO


Es una historia realmente intensa, te gusta mucho y te hace pensar sobre la forma de vida de personas que piensan  distintos a nosotros o que tienen que estar recluidos en manicomios, es realmente sorprendente, no te aburrirá, creo que desde adolescentes a adultos podrán saberla apreciar y vale la pena dejar a un lado lo que estemos haciendo para dedicarnos a la lectura con este librito.



La historia se desarrolla en Liubliana, Eslovenia, en donde Veronika una joven atractiva de 24 años, ya no le encuentra razón a su existencia, a pesar de que no sufre crisis emocionales ni depresión profunda esta aburrida de vivir, cansada de la rutina, de ser abogada pero trabajar en una biblioteca y sin deseos de trabajar en otro lado, de entrarse a la misma hora, ser deseada y tener sexo pero nunca sentir algo más. En pocas palabras no le encuentra sentido a la vida, cree que ya está lista, se despide en el transcurso de la semana, prepara todo y se toma dos cajas de pastas para dormir.

El proceso fue lento, tuvo suficiente tiempo para leer un artículo en una revista que le hiso sentir que su ciudad natal no era valorada, que nadie la conocía ni la apreciaba, y decide dejar una carta para la revista en forma de queja y muy contrariada, sabía que sería una razón ilógica para las personas que quisieran entender su suicidio.


Al despertarse comprendió que alguien la había encontrado y frustrado su intento de suicidio, cuando tomó suficiente conciencia y le informaron que había causado un daño imparable a su corazón, quiso acortar su semana de vida. Por esto recurrió a Zedka, una interna a la que recurrió ya que ésta se mostró amable. Por medio de ella cambio su forma de ver a los internos del manicomio y aunque había recurrido a ella para que la ayudara a morir antes de tiempo, de alguna manera su forma de pensar, cambió.

Su primera experiencia fue de profundo odio, un sentimiento que siempre se negó a sentir, brotó de su corazón cuando trató de recurrir a la sociedad cuerda del manicomio que no querían abandonar este lugar y se hacían llamar la fraternidad, al intentar acercarse se burlaron de ella y se sintió humillada, luego en medio de su rabio golpeo a un anciano.

En medio de su primer intento de ataque al corazón, comprendió que no quería morir, que le faltaban emociones por experimentar y que entre más trataba de mostrarse distante ante la vida, se aferraba con fervor a los cinco días que le diagnosticaron de vida. Se lo comunicó el doctor Igor, el director del hospital un hombre profundo que sabía que podían ser más felices los locos que los amargados que eran igual a todos y se terminaban enfermando por no ser diferentes.


Zedka estaba interna desde hacía algún tiempo por razones desconocidas para la mayoría, pero la verdad es que había llegado allí por ataques depresivos, su esposo y amigas no podían entender la razón, porque ella tenía la vida que todos podrían desear pero su enfermad apareció al contemplar la estatua que estaba en el centro de la ciudad, de un poeta que se había enamorado de alguien imposible. Eso le hiso recordar el gran amor que había sentido por su primer amor hacía mucho tiempo atrás. Él era casado y cuando se cansó de ella se fueron distanciando hasta que todo acabo, eso la puso muy mal, pues ella había renunciado a todo y se había ido tras su gran amor a América. En medio de su depresión había conocido a su salvador, su marido, el hombre ideal con el que “supero” su trastorno. Pero ese viejo recuerdo le hiso gastar y vender todas sus joyas para tratar de localizarlo y solo logró ser recluida a el manicomio de Villete.

Un día en que Veronika asistió aunque fue su curiosidad la que venció a su barrera aislatoria, a un tratamiento con Insulina que le realizaban a Zedka, se descompuso. Trato muy mal como nunca lo había hecho en su vida a los enfermeros aunque estuviera prohibido, en un manicomio nunca se cumplían las normas. Para ella fue terrorífico ver el peligroso tratamiento que inducía a su “amiga” a un coma profundo, aunque desconocía que Zedka lo disfrutaba pues gracias a eso aprendió sobre los viajes astrales y fue encontrando sentido a su vida. Ella al ver como Veronika se aferraba a la vida, decidió que era el momento de volver a su hogar y pedir de alta.

Una noche en que no podía dormir salió a tocar el piano, fue una secuencia de golpes que fueron soltando su resentimiento guardado; hacia su madre por haberla cohibido de ser pianista profesional y haberla obligado a estudiar derecho, por haberla amado desinteresadamente y haber aceptado vivir en un matrimonio fracasado para cumplir el capricho de su hija, hacia su padre por haberla querido tanto pero no a su madre como ella lo merecía; luego hacia ella misma por haber sido tan tonta y aburrirse de la vida por ser igual sin siquiera haber intentado hacer algo diferente.

Al sacar todas esas emociones pudo tocar el piano con intensidad y tuvo su primer público, Edward, un esquizofrénico guapo que se divertía con sus melodías. Después de un rato dejo al muchacho allí tirado y fue a escuchar la conferencia que les estaban dando a el grupo de la fraternidad.



Les estaban enseñando a meditar, ella no quería estar allí pero fue bien recibida, fue la primera vez que habló con Mari, una anciana de 65 años que le explico que ella no debía intentar agradar a nadie, que debía hacer lo que quisiera y que antes de morir debería masturbarse para sentir el placer real, no el que los hombres le daban cuando la guiaban, sino el que ella misma podría brindarse, así algún día ella podría ser la instructora. Luego medito y se sintió más viva.

Ella era inyectada para poder darle más tiempo de vida a su corazón; Luego no quiso tocarle más a Edward.

Mientras Mari notaba que el sanatorio estaba en constante cambio a causa que todos veían como ellos no vivían mientras Veronika se aferraba a su hilacha de vida. Recordó que ella podría haberse ido hace años sin embargo con su deseo de despreocuparse de trabajar, de seguir las reglas, se había acobardado de salir y hacer lo que deseaba.

Ella llegó allí por ataques de pánico, pudo nunca haber sido recluida pero ella lo decidió pensando que era lo mejor, pero perdió su empleo y a su marido. Todo había comenzado cuando estaba en cine ese día su problema no duro mucho, pero con el tiempo empezaron a ser más frecuentes y más fuertes, por eso había llegado a Villete y luego no quiso salir. Ahora sentía nuevamente su deseo de trabajar, nunca más como abogada, pero si en ayudar a los necesitados y damnificados, pero no se había animado.

Otro día en que fue conducida por Edward para que lo complaciera en el piano, le entró un deseo salvaje por el sexo, sabía que Mari estaba cerca y podía verla, pero no le importo. Intento incitar al siempre mudo esquizofrénico, pero éste no se inmuto, su pasión aumento y ante él cedió placer muchas veces seguidas, alrededor de 5 orgasmos la dejaron satisfecha. Al estar consiente observó que Mari y Edward la miraban, ninguno al recriminó. Siguió tocándole a Edward y vio como algo en la mirada de él había cambiado ¿Sería amor?

Amaneciendo fue a la sala de Igor quien le dijo que probablemente solo le quedara un día de vida, ésta le pidió permiso para pasar sus últimos instantes en la ciudad haciendo cosas diferentes, él prometió pensarlo pero la mandó a dormir un poco. Mientras tanto Edward se rehusaba a tomar su medicamento, fue en busca de Mari para decirle que había llegado el momento de salir y que ella debería hacer lo mismo.

Cuando los enfermeros luchaban contra él, Veronika despertó y fue con él para ver el tratamiento que les hacían a los insubordinados, les aplicaban electroshokes para calmarlos, cuando su cuerpo dejo de convulsionar y dormiría durante una hora. Sufrió otro de sus ataques pero esta vez en silencio, deseando morir viendo ese rostro hermoso. Apareció Zedka para despedirse e informarle que no deseara salir y morir sola, que ella sabía que amaba a ese esquizofrénico y que aunque tuviera miedo se permitiera morir amando. Cuando él despertó y salió del estado de amnesia parcial le contó su historia.



Él es hijo de unos diplomados importantes del país, había partido a Brasil porque su papá fue nombrado embajador de allí. Empezó a vivir una vida solitaria ya que todos sus amigos, del mismo estrato social no hablaban más que de marcas y carros, temas que no le interesaban. Un día conoció a una brasileña llamada María, quien poco a poco empezó a volverlo espiritual, una vez pidió a su madre una bicicleta para disfrutar de la naturaleza y salir con ella a contemplar cristales. Pero tuvo un accidente que lo llevó a estar internado durante 30 días en la clínica por múltiples fracturas, en un momento de aburrimiento llegó a sus manos un libro que hablaba de los paraísos que personas importantes crearon. Decidió pintar para expresar su idea del paraíso. Sus padres lo tomaron como un capricho, pero en sus estudios desmejoró, sus compañías no eran “agradables” porque no eran de clase y no parecía interesarle ser magistrado como sus ancestros.

Su padre lo obligó a renunciar a su pasión, eso lo llevó a aislarse en su paraíso y ser internado en su país, en Villete. Veronika se sorprendió de que hablara, que le contara todo eso y decidió decirle lo que él había despertado por primera vez en ella; lo amaba.

Se escaparon del manicomio y disfrutaron como nunca, luego al llegar el día el creyó que ella había muerto, pero no era así, estaba vida ¡un milagro!

Pero no se trataba de una coincidencia, el doctor Igor al ser informado de la huida, habiendo dado de alta a Mari y a Zedka, comprendió que su plan había funcionado, cuando Veronika perdió sus deseos por terminar con su vida y aferrarse a la vida, había acabado con toda la amargura que era la enfermedad de los “normales”; Ella viviría tal vez más que él, porque nunca había estado enferma, los ataques fueron producidos por la inyección que él le aplicaba para que ella se aferrara a la vida.


No lo pueden dejar de leer, es buenísimo